Si eres freelancer, consultor, tienes una tienda o un pequeño negocio, es muy probable que tributes en el Régimen de Actividad Empresarial y Profesional. Este es uno de los regímenes fiscales más importantes en México, diseñado para personas físicas que obtienen ingresos por realizar actividades comerciales o servicios de manera independiente.

RESICO vs. Actividad Empresarial: Una diferencia clave

Antes de profundizar, es importante que conozcas la principal diferencia entre este régimen y el popular Régimen Simplificado de Confianza (RESICO):

• RESICO: Pagas un porcentaje fijo sobre tus ingresos, sin importar tus gastos. Es un régimen simple y con tasas bajas (del 1% al 2.5%), ideal si tus gastos son mínimos.
• Actividad Empresarial y Profesional: Pagas un porcentaje sobre tu utilidad fiscal (Ingresos - Gastos deducibles). Es más complejo, pero si tienes muchos gastos, te permite pagar menos impuestos que en RESICO.

Ahora que conoces la diferencia, te explicamos a detalle todo lo que debes saber sobre este régimen.

¿Quiénes pertenecen a este régimen?

Pertenecen a este régimen fiscal las personas que realizan actividades empresariales (comerciales, industriales, de autotransporte, agrícolas, ganaderas o de pesca) o que prestan servicios profesionales de manera independiente. Por ejemplo:

• Profesionistas independientes: Abogados, médicos, diseñadores, arquitectos, psicólogos, contadores.
• Comerciantes: Dueños de tiendas, restaurantes, ferreterías, salones de belleza.
• Emprendedores: Quienes tienen un negocio que requiere emitir facturas y llevar una contabilidad formal.

Los Gastos Deducibles de tu negocio

Los gastos deducibles son aquellos que puedes restar a tus ingresos para reducir la cantidad de impuestos que pagas. Deben cumplir con la característica de ser estrictamente indispensables para tu actividad económica.

Aquí te mostramos las principales categorías de gastos que puedes deducir:

• Gastos de Nómina y Seguridad Social: Los sueldos y salarios de tus empleados, así como las cuotas al IMSS y otras contribuciones que pagas como patrón.
• Arrendamiento: El pago de renta de la oficina, local comercial o bodega que utilices para tu negocio.
• Servicios básicos: Los gastos de luz, teléfono e internet, siempre y cuando se utilicen para tu actividad profesional.
• Papelería y artículos de oficina: Materiales y consumibles para el día a día de tu trabajo.
• Inversiones en activo fijo: La compra de bienes duraderos como computadoras, mobiliario de oficina, equipo de transporte o maquinaria. Estos gastos se deducen anualmente a través de la depreciación.
• Compra de mercancías o insumos: Si tu negocio se dedica a la venta de productos, el costo de la mercancía que adquieres para vender es 100% deducible.
• Gastos de publicidad y promoción: Los pagos por campañas de marketing, anuncios o cualquier otro medio que utilices para promocionar tu negocio.
• Cuotas de afiliación: Las cuotas que pagues a asociaciones o colegios profesionales son deducibles.

Requisitos clave para tus deducibles

Para que el SAT acepte tus gastos como deducibles, es vital que cumplas con los siguientes requisitos:

1. Ser estrictamente indispensables: Como se mencionó antes, el gasto debe ser necesario para el desarrollo de tu actividad económica.
2. Contar con CFDI: Debes tener una factura electrónica (CFDI) que ampare el gasto.
3. Realizar pagos con medios electrónicos: Si el monto del gasto es superior a $2,000 MXN, debes pagarlo con cheque nominativo, transferencia electrónica o tarjeta. Los pagos en efectivo solo son válidos para montos menores.
4. Estar registrados en tu contabilidad: Los gastos deben estar debidamente registrados y ser restados solo una vez.

✏️ Nota: Para que tus facturas sean deducibles, deben:

✔ Relacionarse con tu actividad económica.

✔ Tener CFDI "gastos en general".

✔ Estar en régimen 612 (Actividad empresarial).

✔ Incluir tu nombre y RFC.

✔ Estar en formato PUE (Pago en una sola exhibición).

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